Profesoras del ITESO discutieron acerca de cómo los roles culturales de género afectan el ejercicio del derecho entre las mujeres.

En el derecho familiar se juegan los roles de género y, a veces, también se juega la integridad y la vida de las mujeres.

Abogadas

Los estereotipos de género que ubican al hombre como proveedor y a la mujer como ama de casa, se reflejan negativamente en el sistema judicial mexicano

La disputa por una pensión alimenticia puede convertirse en un ejercicio de violencia de género, al igual que la batalla por la custodia de los hijos. El acoso de la expareja de una mujer puede acabar en feminicidio si no se comienza a tratar cada caso desde una perspectiva de género, es decir, tomando en cuenta las preocupaciones y exigencias de las mujeres sean evaluadas a la hora de elaborar políticas o programas de toda índole en busca de la equidad.

Estos fueron algunos de los ejemplos que expusieron el 1 de noviembre las abogadas y académicas del Departamento de Estudios Sociopolíticos y Jurídicos, Dosia Calderón Maydon y Cinthia Gabriela Ramírez en el panel “Una mirada desde el feminismo jurídico”, organizado por la Red de Género ITESO y el Programa Institucional de Derechos Humanos y Paz en el Auditorio D2.

“La perspectiva de género permite hacer análisis sobre cómo está configurada la idea de familia en la sociedad, el trabajo público o las dinámicas de género que guían las relaciones laborales entre hombres. Todo eso permite desentrañar estas cuestiones culturales y luego ir al derecho para revisar cómo cada caso debe ser tratado dependiendo del contexto”, dijo Calderón.

Al aplicar la perspectiva de género se revelan situaciones que afectan de forma desproporcionada a las mujeres; el caso más común es el acoso y la violación sexual, pero hay muchos matices anteriores que no suelen detectarse si no se emplea la citada perspectiva.

Que en México socialmente se identifique al hombre como proveedor y dueño del espacio público y a la mujer como soporte emocional del hogar, son dos clásicos estereotipos de género que yacen detrás de las regulaciones en materia de pensión alimenticia o reparto de bienes en caso de divorcio.

“Esos roles de género hacen que pensemos que la familia se funda solamente en el matrimonio entre un hombre y una mujer y derivan en la resistencia social a que se dé el matrimonio entre personas del mismo sexo”, dijo Ramírez.

Feminicidios evitables

Las órdenes de protección de emergencia en casos de abuso por parte de cónyuges deberían tener el carácter de urgente, pero no siempre se prioriza la protección de la víctima y se impone la burocracia, algo que podría agilizarse si se tuviera la sensibilidad de la perspectiva de género.

“Hay una falta de organización grave; muchos feminicidios pudieron haber sido evitados si esto se atendiera de manera correcta”, declaró Ramírez.

Enseñar el derecho con perspectiva de género desde la universidad, abundó Calderón, amplía la caja de herramientas del estudiantado; por lo pronto, México ya cuenta con un Protocolo para juzgar con perspectiva de género, aprobado en 2014 por la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Foto Roberto Ornelas