En el libro Retrato hablado. Entrevistas con personajes de Guadalajara, Juan Carlos Núñez, académico del ITESO, plasmó a plenitud su pasión por ese género.

Para hacer buenas entrevistas hay que caminar mucho, hay que escuchar muy bien, hay que saber preguntar, hay que documentarse, hay que dejar que la charla fluya, hay que dejar el protagonismo a un lado y dar paso a la voz de los personajes, hay que elegir bien las frases que reflejen sus esencias, “el espíritu de lo que dicen”, hay que cortar mucho material… En fin, hay que tener un profundo y genuino interés por el ser humano.

De 2004 a 2008, ese interés de Juan Carlos Núñez, académico del ITESO y actual jefe de la Dirección de Integración Comunitaria, se plasmó sábado tras sábado en la contraportada del periódico Público-Milenio, hasta sumar 202 entrevistas con un multicolor mosaico de personajes que pueblan Guadalajara: huaracheros, chefs, sacerdotes confesores, exfutbolistas, policías, sepultureros, artistas, ambientalistas, poetas, tortahogaderos y demás fauna urbana.

La gente le empezó a sugerir que seleccionara las mejores e hiciera un libro con ellas. El resultado es Retrato hablado. Entrevistas con personajes de Guadalajara, una compilación en pasta dura con 100 de aquellas 202 piezas, un libro editado por el ITESO, la UdeG y el Grupo Milenio.

¿Y qué tan complicado fue para el autor desechar aquellas 102 entrevistas?

“Fue dificilísimo, muy doloroso. Me resistí a hacerlo porque ya tenía una relación muy entrañable con cada entrevistado, y entonces lo que hice fue pasarle el bonche de las 202 entrevistas a varios colegas y decirles: ‘¿Tú cuáles publicarías?’ Y eso me ayudó mucho, porque ellos eligieron; había muchas coincidencias. Fue buscar equilibrios, que hubiera variedad de personajes, de edades, de oficios, de género también”.

Núñez subraya que las entrevistas que quedaron no son necesariamente las mejores, sino las que permitían dar un panorama más amplio de lo que es la capital de Jalisco, una ciudad con un potencial que ni sus propios habitantes alcanzan a vislumbrar.

¿Qué es lo que más te gusta de Guadalajara?

La constitución de una ciudad que no se acaba de reconocer como una ciudad que vale la pena. Siempre hay como cierta tendencia a decir ‘aquí no pasa nada, aquí no hay cultura’, y yo he encontrado expertos en ratas, expertos en Kierkegaard, en matemáticas… No acabamos de reconocer toda esa riqueza. Un poco es lo que yo pretendo mostrar aquí, la riqueza de la ciudad a través de la pluralidad de sus habitantes.

La clave de una buena entrevista, afirma, es lograr que “la gente diga lo que normalmente no dice”. Para conseguir su objetivo, Núñez intenta que cada pregunta sea “precisa, concisa y maciza, como todo en el periodismo, no preguntas largas, complejas, mucha profundidad, elaboradas, sino preguntas y respuestas al vuelo, que si están bien planteadas ayudan a revelar la personalidad del entrevistado, sin rodeos”.

“Los entrevistadores tenemos que ayudar a desatar las lenguas de los entrevistados, procurar no repetir lo que siempre se ha dicho, “y eso es algo que creo que el libro aporta, no trata temas de coyuntura y busca más la reflexión a partir de vidas y oficios”.

En su larga trayectoria, la cual incluye el Máster en Periodismo de El País, la docencia y distintos cargos en los periódicos Siglo 21 y Público-Milenio, incluido el de ombudsman (Defensor del lector), este originario de Guadalajara ha aprendido que el periodismo superará su actual crisis de ventas y credibilidad si vuelve con inteligencia y honestidad a sus orígenes.

“[Los periódicos] se terminarán transformando. Yo apuesto por volver al pasado en el mejor sentido. Textos largos, bien escritos, menos noticias chiquitas –porque esas ya las vamos a tener en otros lados–, sino más reflexivos, como los periódicos del Siglo XIX, con intelectuales escribiendo”, apunta Núñez.

“Un periodismo que proponga materiales interesantes puede acercar a los lectores. Si los periódicos van a estar poniendo ‘El político fulanito dijo tal cosa y el otro le dijo que no era cierto’ y nos pasamos semanas así, por supuesto que vamos a espantar a los poquitos [lectores] que quedan. Pero si apostamos por el periodismo narrativo, por las crónicas, por las entrevistas bien hechas, bien trabajadas, creo que tenemos posibilidad de sobrevivir”.

Un país al que le cuesta dialogar

Y si el arte de la entrevista consiste en la confianza mutua, en saber escuchar al otro, en entablar un diálogo respetuoso con tu interlocutor, hacer una analogía con la situación actual del país no le cuesta mucho trabajo al periodista.

“En México hay muchos hablantes y pocos escuchas. Creo que hemos ido transitando hacia un modelo en que todos hablamos, pero casi nadie queremos escuchar… Porque luego resulta que hay más gente que hace blogs que lectores de blogs. Tenemos que ir encontrando las posibilidades para que todos podamos expresarnos, pero al mismo tiempo también sepamos escuchar”, considera.

Con un tiraje inicial de 500 ejemplares, Retrato hablado. Entrevistas con personajes de Guadalajara, con prólogo del periodista español Miguel Ángel Bastenier, está disponible en librerías universitarias y en el sitio publicaciones.iteso.mx. Texto Enrique González Foto Luis Ponciano